Koh Ta Kiev, una isla para desconectar
Después de casi un dia entero de viaje para ir desde Kampong Chhang, a orillas del Tonle Sap en el centro del país, a Sihanoukville, punto de partida en la costa suroeste camboyana para los viajeros que quieren visitar las islas paradisíacas que esconde el reino Jemer, llegó por fín el día de echarnos a la mar y conocer de primera mano Koh Ta Kiev, una isla pequeña y casi virgen donde no hay cobertura «ni electricidad».
No espereis un supermercado, ni un cajero, ni siquiera electricidad, Koh Ta Kiev es una isla a la que ir para desconectar del “mundo real” y dejar pasar las horas en un trozo de paraiso donde no hay cobertura en ningún movil (aunque en el bar, haciendo malabares, parecía haber quien sí consiguio su minuto de gloria), así que aseguraros en tierra de llevaros todo lo necesario para la estancia en una isla de esas caracteristicas, nunca está de más llevar “dinero de sobra”, unas cuantas latas de lo que más os guste (entre aquello que encontreis), una linterna cargada al 120% y unas velas.
Alojarse en Koh Ta Kiev
Existen varias opciones para ir y alojarse en esta isla, ya que como digo, no se ve mucha gente allí, y es que quitando los 3 o 4 “grupos de bungalows” que alojan a los turistas, y un pequeño pueblo de pescadores que siempre estuvo ahí, no hay nada más.
Después de barajar opciones, nos decidimos por el “Kactus” (Como siempre, podeis encontrarlo en Booking y está marcado en el mapa), que está en la «Coral Beach», y se puede dormir en Bungalows, “Room” (cama en una habitación), o en una hamaca (colgada al aire libre y con mosquitera integrada), pero por lo que vimos antes de ir, los otros hospedajes ofrecen más o menos lo mismo.
El mismo hostal (por así llamarlo) tiene un barco que va todos los dias a las 11 de la mañana a la Otres Beach, amarra más o menos a la altura del backpackers-restaurant “Wish you where here” (Está marcado en el mapa), el trayecto en barco hasta la isla dura más o menos media hora, y en la reserva no lo ponia, pero cuesta 13$.
Llegada Koh Ta Kiev
Una vez que llegamos a la isla seguimos un camino a traves de la selva hasta llegar al Kactus, donde nos recibieron y enseñaron las instalaciones. En la isla no llega la electricidad ni el agua corriente, por lo que si necesitas electricidad, puedes ir al bar a intentar encontrar un enchufe libre entre las 8 y las 22.
El bar es una pasada, una especie de casa de arbol gigante con terraza sobre el mar, los bungalows están repartidos por las cercanias de manera que no estén demasiado cerca ni lejos unos de otros, y la playa a pocos metros de los bungalows y la selva.
Los bungalows no tenian ventanas ni puertas, eran pequeños pero espaciosos, con terracita y “caja fuerte” en todos.
Os podeis imaginar la sensación al dormir en esa cabañita de madera sin puerta ni ventanas (menos mal que las mosquiteras transmiten una sensación de armadura virtual una vez entremetidas por debajo del colchón), o ir a uno de los baños de noche, cuando no sabes si alumbrar el camino o a lo ultimo que oiste.
La isla
La isla…. pues que decir de esta isla, playas virgenes en las que el plancton brilla por la noche si te metes en el agua y la agitas, rodeando una selva a trozos impenetrable.
Hay que atravesar la selva para ir de una playa a otra, hay unas pocas playas y en cada playa habia un Bar-hostal (estilo el Kactus), por lo que nos os faltará gente con la que hablar si sois de los tiene facilidad para hacer amigos.
Os escribiría mucho más acerca de la isla, me gustaría contar con más detalles como es, pero como dije… una vez allí, es difícil no perder la noción del tiempo.
Desde luego no puedo dejar de recomendar visitar Koh Ta Kiev, ir allí es escapar del mundo de verdad. Lo único que hicimos en nuestra estancia allí fue relajarnos, explorar la isla (hay que atravesar la selva si queréis ir a las otras playas o al «pueblo»), y recuperarnos de la ruta de los templos
La huella del humano
Aquí fue nuestro primer contacto con una playa camboyana, y fue al verlo, cuando realizamos hasta que punto es culpable el humano del desgaste y el estado de la Mater Natura, toneladas de basura de todo tipo repartidas a lo largo de cada rincón de todo aquello que toque el mar, desde pajitas de plástico hasta barriles, pasando por jeringuillas y bombillas de un tamaño que no habia visto nunca. Curioso es que los voluntarios que limpian las playas dejan volar su creatividad dejando de vez en cuando alguna decoración hecha con lo encontrado.
Vuelta a la realidad
Después de 2 dias de desconexión durmiendo a los pies de la selva en una cabaña abierta y viviendo sin tener que llevar ninguna pertenencia personal encima (aparte de una mochila sagrada con agua, anti mosquitos, y algo para comer) volvimos de golpe a la realidad, era la mañana que tocaba recoger, y hacer cuentas (o pagarlas).
¿Cuánto cuesta ir a Koh Ta Kiev?
La estancia en el Kactus fue cara acostumbrados a los precios que habíamos estado pagando hasta ese momento, de hecho fue la estancia más cara en todo el viaje (nos lo mereciamos =), pero se puede ir allí y gastar bastante menos) pero también es verdad que veníamos de la Camboya rural y nos adentrábamos en la Camboya turista.
En Sihanoukville, además, el tema regateo no es como en el resto del pais, de hecho en algunos sitios no hay opción de regatear, y piden precios (a partir de) 4 veces más caros.
Si esta es la primera entrada que lees en mi blog, puedes echar un ojo a las entradas de los otros sitios donde estuvimos, personalmente, si vais con idea de llevaros algún souvenir «exquisito» (algo que no sea un imán o algo de esto típico, como seda, figuras, máscaras o cuadros) y vais a estar más tiempo en Camboya, Siem Reap es vuestra ciudad.
Adios, Koh Ta Kiev …
Nos subimos en el barco, y dijimos adiós a Koh Ta Kiev mientras se perdía detras de otras islas.
Ahora esperabamos llegar a tierra con 2 objetivos, buscar un barco que nos llevase a Koh Rong Samloem, y reservar algún hostal allí. Cierro el post dejandoos un par de curiosidades de esta isla alejada del ajetreo de la realidad.
Cosas que saber sobre Koh Ta Kiev
(Y el «Kactus»)
– En la carta del bar (del Kactus) NO PONE EL PRECIO de las comidas, de hecho ni siquiera hay carta de comidas, los platos del dia se escriben en una pizarra y cambian para cada comida. Hay un plato con carne o pescado y un “veggie”.
– En el bar no se usa dinero. Tendreis una cuenta en la que irán apuntando lo que pidais y os cobran todo junto en el Check-out . Si os vais de excursión y pedís algo en el bar de otro de los “hostales” tendreis que usar dinero (logicamente).
– Se puede comprar botellas de agua, aunque puedes rellenar tu botella por 0,5$ (en realidad encontrareis donde hacerlo en muchos sitios en todo el pais, aunque como siempre, hay que pensar en la posible procedencia del agua que haya en la garrafa, si es dudosa, mejor comprar una botella sellada). Mejor llevar más de una si pensais salir de excursión a otra playa.
– Tienen tabaco (normalmente, puede escasear por la noche)
– Evitar las horas de más calor para atravesar la selva, una vez dentro el calor y la humedad que se crea debajo de los árboles puede dejaros exhaustos en muy poco tiempo. Ir con la idea de salir por la mañana y volver por la tarde. Creo que no hace falta decir que además de vuestra capa de sudor, os unteis en antimosquitos. ¿Salir del camino? No gracias, el camino en si ya esconde suficientes misterios.
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